domingo, 23 de noviembre de 2008

CONOCIMIENTOS BASICOS DE LA HELICULTURA

CONOCIMIENTOS BASICOS DE LA HELICULTURA
Cristián Torres Puentes, Ingeniero Agrónomo

Se puede afirmar que los caracoles terrestres están presentes a lo largo de toda la historia de la humanidad, no sólo formando parte de la alimentación sino también como elementos importantes dentro de las religiones, las artes, la medicina y las tradiciones de diferentes culturas de todas las épocas.La helicicultura es una actividad zootécnica que tiene como objetivo la producción de caracoles terrestres, básicamente la especie Helix aspersa Müller, para el consumo humano. Los caracoles terrestres pertenecen al phyllum de los moluscos (Mollusca), que constituyen un conjunto o grupo de animales más numerosos después de los artrópodos. Los moluscos se caracterizan por presentar un cuerpo blando no segmentado, desprovisto de esqueleto interno y protegido generalmente por una concha de naturaleza calcaria, que puede estar constituida por una o varias piezas.El caracol, su distribución y variabilidad de especies.Actualmente, y como consecuencia de su introducción por parte del hombre, el caracol común es una especie que está presente en los cinco continentes, demostrando una extraordinaria capacidad de adaptación en prácticamente todos los climas.Dentro de este amplio rango de distribución, cualquiera que se detenga a observar con detalle una población determinada de Helix aspersa se dará cuenta enseguida de que existen individuos muy diferentes en su aspecto externo, fundamentalmente en lo referente a coloración del fondo de la concha, el número y grosor de las bandas pigmentadas que decoran, e incluso lo referente al color del cuerpo. Esta variabilidad, denominada polimorfismo, es característica de Helix aspersa y frecuentemente conduce a considerar como especies diferentes, por ejemplo, los individuos que presentan bandas en la concha y los que no las presentan. Un polimorfismo que afecta la coloración y ornamentación de la concha da lugar a una serie de variedades denominadas typica, lutescens, fasciata, zonata, unicolor, obscurata, flammea e exalbida. Estas diferencias no tienen importancia; lo que sí tiene mayor trascendencia es el tamaño de los caracoles adultos. En este sentido, se pueden distinguir tres formas o variedades: minor, normalis y mayor.- Helix aspersa, variedad normalis, son aquellos individuos que en su máximo desarrollo presentan una concha con diámetro mayor a 28 mm e inferior a 39 mm, con peso fresco de 6 a 14 g.- Helix aspersa, variedad minor, son individuos con conchas de diámetro menor a 28 mm y peso fresco inferior a 6 g.- Helix aspersa, variedad major, son caracoles de 39 a 43 mm de diámetro de concha y peso entre 14 a 20 g.Dentro de una misma población, no todos los animales adultos presentan un tamaño homogéneo, pero por lo general la mayoría de los individuos se encuentra dentro de alguna de estas variedades, MorfologIa externaEn el caracol se pueden distinguir tres partes: la concha, el pie y la cabeza.La concha de Helix aspersa es muy variable en su coloración, grosor y número de bandas que decoran el espiral. El número máximo de bandas que presenta una concha de esta especie es cinco, pero frecuentemente se fusionan, dando lugar a una banda más gruesa; también son frecuentes los individuos sin bandas ornamentales.La concha de los caracoles cumple una función de esqueleto externo, es decir, de soporte, pero tan importante como ésta es la función de protección. Cuando el caracol se ve sometido a condiciones ambientales desfavorables; se introduce en su concha, de esta forma puede pasar largos períodos de tiempo, viviendo a expensas de sus reservas internas.

¿DONDE EMPEZAR?Si se decide a criar caracoles, lo primero que debe plantearse es qué sistema de crianza pretende establecer. Para ello existen tres sistemas:1. Abierto2. Cerrado3. Semi-protegido o mixto1.- Abierto: Es el sistema más antiguo. Los romanos instalaban en sus patios y junto a muros de casas de nobles, en lugares sombreados y frescos, rodeándose completamente de un canal de agua para evitar la fuga de animales. Como refugio utilizaban vasijas o macetas de barro, con vid, yerbas aromáticas para alimento de caracoles. En estos recintos se instalaban sistemas de humidificación formados por tubos que vertían agua a cierta altura sobre piedras planas, que hacían la función de aspersores.Hoy se reemplazó por cercos de 60 a 70 cm de altura, con riego por aspersión, pasillos y refugios, además de las plantas que serán el alimento de los caracoles.2.- Cerrado: Consiste en la adaptación de un lugar cerrado, como por ejemplo un galpón con baterías de cultivo, en el cual se acondiciona con equipos de temperatura, humedad, etc. La desventaja de este sistema es que tiene una inversión inicial muy alta.3.- Semi-protegido o mixto: Es el más recomendado, siendo una combinación del sistema abierto y cerrado. No es necesario tener una gran superficie. Posee plantas para alimentación y refugio, además de estar protegido de los predadores. Cuenta con sistema de riego por aspersión y todas las características similares a los sistemas anteriores.Una vez decidido el sistema de crianza debe colectar los caracoles silvestres. Para ello puede juntarlos usted mismo o comprarlos a otros criadores o a personas que vivan en sectores en donde se encuentran los caracoles en gran número.Si usted junta sus caracoles, tómelos con cuidado, preocúpese que todos tengan un tamaño similar y correspondan al caracol de jardín (Helix aspersa). Lo ideal es que los junte en un tarro o algo rígido para evitar daños al ponerlos en el piso. Al introducirlos al plantel, límpielos de malezas o semillas que hayan podido acarrear desde el lugar de la colecta. Nunca ingrese los caracoles durante el día mientras calienta el sol; lo ideal es hacerlo en la tarde o en el anochecer cuando ellos comienzan a moverse y alimentarse.Cada vez que visite su plantel, revise si existen caracoles muertos. Si es así retírelos para evitar que se contamine el resto de los caracoles. Recuerde que debe regar las plantas y humedecer el suelo; los riegos realícelos en la tarde, ojalá con el crepúsculo. Un modo de informarse sobre los caracoles para luego poder criarlos consiste en observar directamente a los ejemplares silvestres. Intente conocer cómo viven, cómo se mueven y adónde van, qué plantas prefieren y qué comen. Observando a los caracoles silvestres aprenderá muchas cosas que pueden serle de gran utilidad si se decide a criarlos.

http://www.tattersall.cl/revista/REV173/agricola.htm

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